«El arte me ha dado una vida mejor de lo que podría haber soñado»
María Jesús Rodríguez (Oviedo, 1959) es imprescindible en el arte asturiano. Componente del descollante grupo Abra a inicios de los ochenta, sus esculturas de cartón que evocaban los acantilados y la pizarra del Occidente han dado paso a una nueva línea que une pintura y aluminio. Ciudad Naranco y los veranos en Castropol marcaron un crecimiento en el que la rebeldía fue obligatoria. Cuando se matriculó en la Escuela de Artes Aplicadas ni siquiera soñaba con crear arte.Publicado por el diario La Nueva España el 04 de enero de 2011
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