Noches Negras de Rodrigo Martín (El Arte de lo Imposible)

Rodrigo Martín (Langreo-Asturias, 1986) expone por primera vez en EL ARTE DE LO IMPOSIBLE y para su presentación con nosotros trae una selección de sus últimos trabajos, acrílicos sobre lienzo en formatos grandes, que ha reunido bajo el título de “Noches Negras”.

Exposición del 24 de Septiembre al 16 de Octubre de 2011

RODRIGO MARTIN, “ LA MEDITACIÓN PICTÓRICA”

Este artista nos presenta la serie titulada “Noches Negras”, ocultando así un mundo inundado de sueños lúgubres, ininteligibles y trascendentes que tienen como resultado la meditación y la reflexión. Visiones nocturnas descodificadas y fusionadas por el artista que expone al público.

Formas dramáticas y profundas que parecen ilustrar los entresijos propios de la Vida. El negro como elemento imponente, creando camino sin cesar. El Infinito deslizándose por el Origen. Contornos no definidos que parecen emanar de un espacio que proceden de una experiencia real, la de la Naturaleza asturiana, envuelta en una atmósfera pasional, de gran vitalidad, reminiscencia de la pintura asiática.

“EL DESENLACE DE NOCHES NEGRAS”

Rodrigo Martín parece remitir a la concepción platónica del “mundo sensible” (la apariencia) y el “mundo de las ideas” (la esencia). Sus obras existentes en el mundo exterior transmiten el alma de la Naturaleza. La sombra de la apariencia de las cosas no es la esencia misma de lo que nos rodea. Es necesario acceder al Mundo de las Ideas para encontrar la Verdad y la Belleza. El “mito de la caverna” aplicado al Arte. Pretende mostrar el verdadero conocimiento y carácter de sus lienzos.

Representa su realidad cambiante y los reflejos mentales del mundo sensible enfocado mediante su propia lente, no perdiendo contacto con la realidad, una realidad iluminada mediante “pensamientos pictóricos”. Desprende sus recuerdos hasta descender en un panel de pensamiento como es su obra final.

Sus configuraciones representan la personalidad del artista, la conexión y comunicación entre artista, obra y espectador.

Victoria Baquero García